Regocijaos en la Adoración - Que hacer cuando no hay músicos en la congregación
El cronista del Antiguo Testamento nos informa con mucha precisión acerca de
la importancia que el rey David ponía en el uso de la música en los actos
litúrgicos a celebrarse en el futuro templo de Jerusalén que su hijo Salomón
construiría. Familias de los levitas servirían como instrumentistas y cantores
bajo un sistema de veinti-cuatro turnos en el año. . . .
Y todos éstos estaban bajo la dirección de su padre en la música, en la casa de Jehová, con címbalos, salterios y arpas, para el ministerio del templo de Dios . . . (1 Cr. 25:6).
A lo largo de los siglos, la iglesia cristiana ha mantenido el mismo interés
por el uso de la música en la adoración. Sin embargo, aún cuando la mayor parte
de las congregaciones cuentan con instrumentistas e instrumentos a diferentes
niveles, todavía existen algunas que, usando el canto en sus cultos de alabanza,
no disponen ni de instrumentos ni de quien pueda tocarlos. ¿Qué hacer cuando
esto ocurre? Primero, Áno se frustre! Por el contrario, use su imaginación para
solucionar ese problema, pues la música ha probado, por miles de años, ser un
recurso muy eficaz para inspirar totalmente al ser humano en el acto de la
adoración. Segundo, cualquier elemento musical que integre al culto y que provea
ritmo o melodía puede ayudar. He aquí algunas sugerencias:
- Invite a la persona que tenga algunos dones musicales a convertirse en líder de los cantos congregacionales. Casi en todas las congregaciones hay alguien a quien le gusta cantar. Anime a esa persona a servir a Dios y a la comunidad dirigiendo el canto.
- Anime a los jóvenes de la congregación que tocan algún instrumento en la banda u orquesta de la escuela, a que contribuyan al ministerio musical de la iglesia en ocasiones o eventos especiales. No solamente estarán ofreciendo sus dones a Dios y a la comunidad, sino que también inspirarán a otros jóvenes a participar en este ministerio tan importante.
- Invite a personas de otras congregaciones que tienen interés o están involucradas en el ministerio musical, a que provean música una vez por mes. No necesariamente tiene que ser la persona encargada de la música en la otra congregación, sino alguna persona que sabe música y que desea ayudar con este ministerio.
- Interese a alguna persona de la comunidad que sepa tocar algún instrumento. Si usted le provee la música del himnario o cualquier otro recurso, la persona puede grabar un cassette a manera de una pista para usarse como acompañamiento de los himnos congregacionales.
- También es posible que haya en su comunidad algunas personas que toquen ciertos instrumentos, tales como la guitarra, el cuatro, la trompeta, el acordeón y otros. Estimule a esas personas a que provean ese servicio. Es posible que sean tocados por el Espíritu y se asocien a la iglesia.
- Algunos instrumentos rítmicos pueden ayudar: panderos, tumbadoras (congas), maracas, güiros y otros. Los patrones rítmicos asociados con estos instrumentos pueden ayudar a conducir el canto congregacional en manera efectiva.
- Por último, estimule a miembros de su congregación que muestren talentos para la música a estudiarla para que ofrezcan esos servicios al Señor.
Hay mucho más que se puede hacer, pero lo más importante es que use su creatividad para que los cultos de alabanza sean enriquecidos y, consecuentemente, sean de mucha bendición para la congregación.
El Dr. Samuel A. Grano de Oro es misionero de la Junta General de Ministerios Globales, asignado al Seminario Teológico de la Iglesia Evangélica Dominicana, en la República Dominicana.
Contact Us for Help
View staff by program area to ask for additional assistance.