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Bajo la sombra de la higuera: Recurso para la adoración durante el Adviento

By Alma Perez

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INTRODUCCIÓN

De niña me gustaba pasar los días feriados en la finca de mis abuelos, bajo un enorme y legendario árbol de mangos, o cobijada dentro de un gran hueco formado por las ramas de un árbol torcido de limones. Allí encontraba paz, tranquilidad, donde calmaba mis pensamientos o cuando me metía en problemas o sentía miedo o en espera por el cambio de una situación a mi favor. También experimentaba sensación de bienestar, protección, además de satisfacer mi gusto por los mangos maduros y dulces que le arrebataba a las ramas al subir por su amplio tronco; o por una rica limonada preparada por mi amada abuela Esperanza.

Y, ¿qué tiene que ver el árbol de la higuera con el Adviento? ¿Cómo al estar “bajo la sombra de la higuera” (o el árbol que representa para ti las características de la higuera) podemos celebrar el Adviento, temporada de preparación y anticipación para la venida de nuestro Salvador, Emanuel, Dios con nosotros?

Comencemos por definir qué es la higuera y cuáles son sus características, de las cuales podemos aprender y aplicar durante esta temporada del Adviento y al contexto en que estamos ministrando y viviendo.

  1. Este árbol es muy común en las tierras bíblicas desde tiempos remotos (Deuteronomio 8:8).
  2. Se cree que era originario del sudeste de Asia. Puede crecer como un arbusto en terreno rocoso y áspero, o tomar la forma de árbol en terreno fértil y alcanzar una altura de 6 a 9 m. Está ampliamente difundido por toda Palestina y es una de las pocas plantas silvestres que se encuentra en todo el país.
  3. La higuera es la primera planta mencionada por nombre en la Biblia (Génesis 3:7), y está entre las últimas (Apocalipsis 6:13).
  4. En Palestina el árbol da fruto 2 veces por año: en junio y, en agosto o setiembre. Los higos de junio o "primeros frutos" (Oseas. 9:10; "brevas") crecen en las ramas viejas y se consideran un bocado especial. La cosecha de agosto aparece en las ramas nuevas, y a menudo, es desecada al sol y moldeada en tortas o colgadas de hilos para su consumo en invierno.
  5. Se consideraba que los higos tenían valor medicinal, y se usaban en forma de tortas como cataplasmas para forúnculos o erupciones de la piel (2 Reyes 20:7).
  6. Sentarse bajo su parra y su higuera era un símbolo de prosperidad y tranquilidad fortaleza y seguridad (1 Reyes 4:25; Miqueas 4:4; Zacarías 3:10);
  7. Miqueas 4:4 también es un recuerdo de perseverar al esperar con fe en el cumplimiento de las promesas de Dios en tiempos de exilio, inseguridad, violencia, injusticia e incertidumbre inclusive.
  8. Símbolo de provisión y fortaleza: “Todas tus fortalezas serán cual higueras con brevas, que si las sacuden, caen en la boca del que las ha de comer” (Nahum 3:12).
  9. Símbolo de anticipación: en la primavera, la fruta aparece antes de las hojas. Una de las parábolas más llamativas de Jesús se refiere a la higuera estéril que aparentaba tener frutos, pero que no los tenía (Marcos 11:12-14, 20). Por cuanto los higos y las uvas eran tan importantes en la agricultura judía, los profetas, al reprender el pecado, advertían al pueblo que las viñas y las higueras serían destruidas. Cuando señalaban la prosperidad por la obediencia, prometían una cosecha abundante de las 2 especies (Isaías 36:16; Joel 1:7; Amós 4:9).

Bajo la sombra de la higuera tiene el propósito de proveer al liderato de la iglesia local ideas para el sermón y liturgia para cada domingo de Adviento aún rodeados por el temor, incertidumbre, enfermedad, distanciamiento físico, pérdidas de vidas humanas, desempleo, hambre de pan y de justicia. Su contenido es el resultado de horas de conversación, estudio de las Escrituras, oración, inspiración de la Revda. Lydia E. Muñoz, el Revdo. Dr. Giovanni Arroyo y la Revda. Lyssette Pérez. Este liderato es reconocido por sus trabajo ministerial, enseñanzas, pasión y compromiso con la Iglesia Metodista Unida latina en EE. UU., y más allá de las fronteras territoriales y denominaciones, étnicas y raciales.

Cada domingo de Adviento está centrado en un asunto particular destacado en unas de las lecturas de las Escrituras correspondientes al Leccionario Común, Año B, y cómo se relaciona con la imagen del árbol de la higuera, qué nos dice la porción bíblica y cuáles son las enseñanzas provenientes de las Escrituras y al estar a la sombra de la higuera.

  • Primer domingo de Adviento, “Anticipación: Notando la señales”, por la Revda. Lydia E. Muñoz;
  • Segundo domingo, “La resiliencia te lleva a la resistencia”, por el Revdo. Giovanni Arroyo;
  • Tercer domingo, “Identidad: ¿Quién eres y quién no eres”, por la Revda. Lydia E. Muñoz;
  • Cuarto domingo, “Promesa: El futuro esperado”, por la Revda. Lyssette Pérez.

Esperamos que este recurso sea de bendición para ti, tu ministerio y tu comunidad al celebrar el Adviento.

"Aunque la ganado no florezca, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; aun así, yo me regocijaré en el SEÑOR, ¡me alegraré en Dios, mi libertador!" - Habacuc 3:17-18, NVI

Primer Domingo de Adviento

“Anticipación: Notando las Señales: Aprendamos de la higuera”

Por la Revda. Lydia E. Muñoz

Texto bíblico: Marcos 13: 24-37

«Pero en aquellos días, después de esa tribulación, el sol se oscurecerá y la luna no dará su luz, las estrellas irán cayendo del cielo y las potencias que están en los cielos serán sacudidas. Entonces verán al Hijo del Hombre que viene en las nubes con gran poder y gloria. Y entonces Él enviará a los ángeles, y reunirá a Sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.

Parábola de la higuera

De la higuera aprendan la parábola: cuando su rama ya se pone tierna y echa las hojas, saben que el verano está cerca. Así también ustedes, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que Él está cerca[s], a las puertas. En verdad les digo que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán. Pero de aquel día o de aquella hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre.

Exhortación a velar

Estén alerta, velen; porque no saben cuándo es el tiempo señalado. Es como un hombre que se fue de viaje, y al salir de su casa dejó a sus siervos encargados, asignándole a cada uno su tarea, y ordenó al portero que estuviera alerta. Por tanto, velen, porque no saben cuándo viene el señor de la casa, si al atardecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga de repente y los halle dormidos. Y lo que a ustedes digo, a todos digo: ¡Velen!».

Reflexión teológica y exégesis

Hay algo que se siente rico, casi decadente cuando pensamos en los higos. Su colores tan profundos, su forma distintiva y un olor tan suave y glorioso. Con razón esta fruta, parte de la creación de Dios, se menciona en la Biblia una y otra vez en maneras tan simbólicas.

Primeramente, vemos la mención de los higos en el jardín del Edén, cubriendo la vergüenza de Adan y Eva. Es más, es el único árbol que fue específicamente mencionado que se encontraba en el jardín. A través de la Escrituras, esta planta se convierte en un símbolo de prosperidad, bienestar y seguridad. Al igual que la vid, sentarse bajo su sombra frondosa es el epítome de seguridad, paz y bienestar.

Estos árboles y plantas no crecen de la noche a la mañana, toma tiempo para cultivar y nutrirlos –su madurez implica que el jardinero ha estado constantemente cuidando y fielmente cuidando su crecimiento y salud. Para Israel, el tiempo de exilio errante era un tiempo sinónimo con juicio; pero sentarse bajo la sombra de su vid y, en especial, su árbol de higos era considerado una señal de bendición y seguridad.

Las lecciones que aprendemos de la Higuera, de acuerdo con el evangelio, nos ayuda a esperar y a velar durante este tiempo de Adviento.

En todo lo que suceden en la vida, el sol se oscurecerá, la luna deja de brillar y el cielo y la tierra pasarán, pero en medio de todo esto, año tras año el árbol de higos, y el jardinero se mantiene firme, fiel, consistente, inmovible, inquebrantable y, ¡son estas raíces las que producen esta bella fruta llamada: Esperanza!

Recurso litúrgico

Por la Revda. Lydia Muñoz

Primer domingo de adviento
LETANÍA: “Debajo de la higuera”

Oye la voz que nos invita a encontrarnos bajo la sombra de sus ramas.

La Higuera nos invita a esperar, velar y soñar juntos/as.

Hoy su voz pide a profundizarnos en nuestra historia, nuestra experiencias, y nuestras vidas

O Dios, fortalece en tu pueblo la esperanza que nos impulsa hacer justicia, amar la misericordia y caminar humildemente con Dios y con nuestro prójimo.

Cántico:

TIEMPO DE ADVIENTO
T y M: Moisés Alejandro Sáenz
Salmo 39,8
Interpreta: Cantores de Valvanera
Álbum: Brotes de esperanza
Canto para acompañar la procesión de entrada

También se puede cantar:

130 llega la libertad

DO SOL Lam
Caminamos hacia el sol
FA Rem SOL
esperando la verdad.
DO SOL Lam
La mentira, la opresión,
FA SOL DO
cuando vengas cesarán.

FA SOL DO - Lam
/Llegará con la luz
FA SOL DO
la esperada libertad./ (bis)

Construimos hoy la paz
en la lucha y el dolor,
nuestro mundo surge ya
a la espera del Señor.

Te esperamos, Tú vendrás
a librarnos del temor.
La alegría, la amistad,
son ya signos de tu amor.


Lydia e munoz
La Revda. Lydia E. Muñoz

Sobre la autora

La Revda. Lydia E. Muñoz, es una ministra ordenada metodista unida en plena conexión con la Conferencia Anual del Este de Pennsylvania. Ella es la pastora líder de la Iglesia Metodista Unida de Swarthmore, Pennsylvania. Es una apasionada defensora de la comunidad, terapeuta capacitada y reconocida cantante, música y compositora. La reverenda Muñoz Lydia tiene una amplia experiencia sirviendo en entornos multiculturales, tiene un profundo compromiso de servir a las comunidades latinas e inmigrantes y un corazón para involucrar a los jóvenes. Ella posee una maestría del Seminario de Wesley, en Washington D.C., y se encuentra realizando estudios conducentes al doctorado en Ministerio, concentración en Ministerio Público de la Escuela Teológica de Drew, New Jersey.

Cuenta con una extensiva experiencia en el desarrollo de ministerios de justicia entre comunidades marginadas y multiculturales; ha estado involucrada en el liderazgo de la adoración durante 20 años en entornos variados y diversos, tanto a nivel local como nacional, incluso para la Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias en Corea del Sur (2013), en la Conferencia General de 2012 y Festival de Artes Sagradas en Falstbo, Suecia. Es autora de varias publicaciones y colaboradora en el Comité del Nuevo Himnario Metodista Unido, es una de las autoras del Manual del Predicador de Abingdon 2019 y 2020. Ha servido como líder de adoración en varias conferencias anuales a lo largo de la conexión, así como conferencias nacionales, incluida la Misión de Mujeres Metodistas Unidas. U y la Asamblea General. Tiene pasión por seguir el ejemplo del Espíritu en la creación de momentos y espacios sagrados para las comunidades emergentes, donde juntos se puede experimentar el poder transformador de Dios. Su regla general para la adoración es que la Iglesia necesita adorar y vivir encarnacionalmente: “Vivimos lo que cantamos y cantamos lo que vivimos y en lo que estamos trabajando para convertirnos: el Reino de Dios en la Tierra”.

Segundo domingo de Adviento

“LA RESILIENCIA TE LLEVA A LA RESISTENCIA”

POR EL REVDO. GIOVANNI ARROYO

TEXTO BÍBLICO: MARCOS 1: 1-8, (NBLA, 2005)

«Principio del evangelio de Jesucristo el Mesías, Hijo de Dios. Como está escrito en el profeta Isaías: “He aquí, yo envío mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino. Voz que clama en el desierto: “Preparen el camino del Señor, hanga derechas sus sendas”.

Juan el Bautista apareció en el desierto predicando el bautismo de arrepentimiento para el perdón de pecados. Acudía a él toda la región de Judea, y toda la gente de Jerusalén, y confesando sus pecados, eran bautizados por él en el río Jordán. Juan estaba vestido de pelo de camello, tenía un cinto de cuero a la cintura, y comía langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo: “Tras mí viene Uno que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de inclinarme y desatar la correa de Sus sandalias. Yo los bauticé a ustedes con agua, pero Él los bautizará con el Espíritu Santo».

REFLEXIÓN TEOLÓGICA Y EXÉGESIS

Para algunos de nosotros, en este año, hemos sentido como si Dios se hubiera mantenido en silencio en medio de nuestro clamor. Debajo de la higuera aprendemos sobre qué significa ser personas y un pueblo de resiliencia a través del personaje bíblico de Juan el Bautista. La resiliencia es la capacidad de resistir la adversidad y recuperarse de los eventos difíciles de la vida. Ser resiliente no significa que las personas no experimenten estrés, agitación emocional ni sufrimiento. Demostrar resiliencia incluye superar el dolor y el sufrimiento, porque nuestra fe se ha profundizado y es más sólida en Cristo Jesús.

En la lectura de Marcos nos encontramos con el cuadro de Juan el Bautista. Juan el Bautista tiene una gran importancia teológica en el Nuevo Testamento, porque terminó casi cuatrocientos años de silencio profético, y prepara el camino para el Mesías. Él predicó un mensaje de arrepentimiento y bautismo. Marcos comienza el evangelio presentando este personaje importante, y recordando lo que el profeta Isaías había dicho (Isaías 40). En el contexto de Isaías (vv. 2-3), busca la intervención de Dios para restaurar a Israel del exilio de Babilonia. Ahora en Marcos, Juan el bautista es la voz que anuncia “consuelo” (Isaías. 40:1), aunque los judíos del primer siglo no se encontraban en el exilio, pero estaban bajo el dominio del poder extranjero –los romanos.

Nosotros somos el pueblo que escucha a Juan el Bautista hoy en la búsqueda de dirección de cómo vivir en estos días. Bajo la sombra de la higuera vemos que Juan nos demuestra cómo crear resiliencia en estos tiempos a través de priorizar de nuestra relación con Dios. Juan, primo de Jesús, mantuvo clara su relación con Dios y Jesús. Su nacimiento fue un milagro, debido a que nació cuando Elisabet era mayor y no podía tener hijos. Se predijo que este Juan sería lleno del Espíritu de Dios, incluso desde el vientre de su madre, y que sería criado bajo el estricto código de los nazareos (cf. Núm. 6: 1-21), una indicación de la solemnidad de su papel en la preparación del camino para el Redentor del mundo. Su mensaje era de Dios y, por tanto, infaliblemente verdadero. El poder de la predicación de Juan, junto con el vacío en los corazones de Israel, fue una combinación que atrajo a las personas al arrepentimiento. Juan aceptó plenamente su papel subordinado a Cristo. Negó que él fuera el Cristo, y enfatizó repetidamente que él era simplemente un testigo de la Luz (Juan 1: 19-23; cf., también Juan 1: 6-9; Juan 3: 27-30).

Juan, entendió el llamado de Dios en su vida, y aun en su estilo de vida asceta, no se desvió de su relación con Dios. Debido a su íntima relación con Dios, el Espíritu Santo continuó preparándolo para ser la voz que comenzó a preparar al pueblo para la venida del Mesías. Juan sabía en quién confiaba, de dónde vendría su fortaleza para enfrentar y resistir las voces y fuerzas que contradecían su liderazgo y mensaje. Juan no tenía miedo decir a la gente que estaban pecando y necesitaban arrepentirse. Juan estaba tan claro en su relación con Dios y de su llamado que tuvo la valentía de confrontar a Herodes que estaba pecando. La resistencia que Juan el Bautista demostró provino de su relación segura con Dios. Él pudo tomar la decisión difícil, manejar sentimientos desagradables, tener un fuerte sentido de propósito, y saber que su fortaleza venía de Dios aun cuando lo llevó a una muerte por ejecución. ¿Está nuestra relación con Dios desarrollando nuestra firmeza para resistir las fuerzas opresivas?

Aprendemos también, que el árbol de la higuera es capaz de crecer y vivir en terrenos pobres y complejos; lugares donde menos se espera dar fruto. Juan llevó un mensaje de arrepentimiento que le creó tensión y conflicto con los religiosos de su tiempo. Pero eso no detuvo a Juan el Bautista en ser fiel a su llamado de preparar el camino del Mesías. Nosotros quizás sentimos que hay lugares donde el terreno no es vital para traer el mensaje de paz y amor en este Adviento. Juan el Bautista no permitió que las circunstancias determinarán su enfoque de proclamarlo, sino demostró su determinación de ser fiel al mensaje de Cristo, resistiendo el pensamiento de muchos que él estaba desconectado con la sociedad. En este Adviento tenemos que resistir la complacencia de minimizar las buenas nuevas y de estar dispuestos a declarar quién es Jesús en medio del caos, la enfermedad, dificultades económicas, diferencias ideológicas, en medio del lamento, el racismo, la discriminación contra nuestra etnicidad, género, orientación sexual, habilidad física, mental e emocional. En medio de todos estos desafíos, y otros, tenemos que estar dispuestos a compartir las buenas nuevas para que el fruto pueda darse en todo tipo de terreno.

En este Adviento estamos siendo retados ha examinar a cuáles relaciones estamos dando priorizad en nuestras vida y como iglesia. Somos llamados a llevar las buenas nuevas en toda situación o terreno que estamos enfrentando, ¡para que podamos ser testigos de la luz de Cristo aun cuando el mensaje no es favorable!


Giovanni arroyo
El Rvdo. Dr. Giovanni Arroyo

SOBRE EL AUTOR

El Rvdo. Dr. Giovanni Arroyo, de nacionalidad puertorriqueña, emigró a la ciudad de Nueva York cuando era un niño. Mientras aprendía inglés en su nueva escuela primaria, su familia lo nutrió en la fe en la Iglesia Metodista Unida Knickerbocker en Brooklyn, Nueva York. Fue allí donde Giovanni reconoció y respondió a su llamado al ministerio.

Giovanni ha trabajado en el campo de la investigación con las siguientes instituciones: The City College of New York en la Inquisición del lenguaje y Psicología Experimental; el Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York en estudios de exposición a la violencia y abuso infantil; el Instituto Nacional de Desarrollo e Investigación en el estudio de las drogas inyectables para usuarios adultos jóvenes. Laboró como evaluador de subvenciones (grants) con el Museo Infantil de Long Island, Nueva York.

Giovanni sirvió en la Conferencia Anual de Nueva York como pastor en un entorno de ministerio de instalaciones compartidas en Norwalk, Connecticut. Durante seis años, Giovanni ha servido en el Ministerio Hispano de Salem / Baltimore en la Conferencia de Baltimore- Washington como pastor de dos congregaciones, que se encuentran en la misma facilidad pero se ofrecen los servicios de adoración en dos idiomas. También se ha desempeñado en dicha conferencia anual en varios puestos de liderazgo: presidente de la Comisión de Raza Religiosa, miembro ejecutivo de Ministerios Hispanos / Latinos, Equipo de adoración de la Conferencia Anual, reclutamiento de clérigos, Ministerio de Inmigración, Justicia para Nuestros Vecinos y otros cargos.

Giovanni un ministro ordenado en plena conexión con la Conferencia Anual de Baltimore-Washington, donde se desempeña como personal de la Comisión General de Religión y Raza (GCORR, por sus siglas en inglés). Su rol en GCORR es proporcionar supervisión en el trabajo programático del Ministerio en los EE. UU., África, Filipinas y Europa.

Tiene una licenciatura en Psicología y Sociología de City College of New York; maestría en Divinidad del Wesley Theological Seminary; maestría en Ciencias en Administración de la Universidad de Maryland y certificado de Habilidades de Cuidado Pastoral del Instituto de Graduados de Salud Mental y Religión Blanton-Pealeun doctorado en Ministerio, concentración en Liderazgo Transformacional en la Perspectiva Wesleyana, a través de la asociación con el Seminario Teológico Wesley y la Universidad de Cambridge: Casa Metodista de Estudios en Cambridge, Reino Unido. Actualmente, realiza estudios conducentes a la maestría en Consejería Clínica de Salud Mental.

RECURSO LITÚRGICO

Por la Rvda. Lydia E. Muñoz

Segundo domingo de Adviento
LETANÍA: “Debajo de la higuera”

Oye la voz que nos invita a encontrarnos bajo la sombra de sus ramas.

La higuera nos invita a esperar, velar y soñar juntos/as.

Hoy su voz nos invita a crear el camino de la paz; un camino que require fuerza, valor y fe.

O Dios, revive a tu pueblo con tu Espíritu. Llénanos de coraje y resistencia para poder forjar un camino que nos conduzca a tu paz.

Canción de Respuesta: Tiempo de Adviento

https://youtu.be/HxNAMpWIsOU
T y M: Moisés Alejandro Sáenz
Salmo 39,8
Interpreta: Cantores de Valvanera
Álbum: Brotes de esperanza
Canto para acompañar la procesión de entrada

Tercer domingo de Adviento

“IDENTIDAD: ¿QUIÉN ERES Y QUIÉN NO ERES”

POR LA REVDA. LYDIA E. MUÑOZ

TEXTOS BÍBLICOS: Juan 1:6-8, 19-28 (NVI)

«6 Vino un hombre llamado Juan. Dios lo envió 7 como testigo para dar testimonio de la luz, a fin de que por medio de él todos creyeran. 8 Juan no era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz.»

Juan el Bautista niega ser el Cristo

«19 Este es el testimonio de Juan cuando los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a preguntarle quién era. 20 No se negó a declararlo, sino que confesó con franqueza:

—Yo no soy el Cristo.

21 —¿Quién eres entonces? —le preguntaron—. ¿Acaso eres Elías?

—No lo soy.

—¿Eres el profeta?

—No lo soy.

22 —¿Entonces quién eres? ¡Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron! ¿Cómo te ves a ti mismo?

23 —Yo soy la voz del que grita en el desierto: “Enderecen el camino del Señor”[a] —respondió Juan, con las palabras del profeta Isaías.

24 Algunos que habían sido enviados por los fariseos 25 lo interrogaron:

—Pues, si no eres el Cristo ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?

26 —Yo bautizo con[b] agua, pero entre ustedes hay alguien a quien no conocen, 27 y que viene después de mí, al cual yo no soy digno ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias.

28 Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del río Jordán, donde Juan estaba bautizando.»

REFLEXIÓN TEOLÓGICA Y EXÉGESIS

¿Quién eres tú? Esta es la pregunta que le hacen a Juan el Bautista. Es tan importante saber quién eres. Sin embargo, el saber quién no eres puede que sea aún más importante.

Comenzamos nuestra serie profundizando nuestras raíces de nuestra identidad y en la certeza de que Dios es fiel. Dios es seguridad y estabilidad en medio de la incertidumbre. Pero, ¿quién eres tú? ¿Tienes esas cualidades? ¿Estás formando en tu persona, en tu carácter cristiano esos dones?

Juan el Bautista sabía que su trabajo era el de preparar el camino para EL que iba a venir, nada más y nada menos. A veces, se nos olvida que nuestro llamado es hacer lo que Dios ha depositado en nuestras manos hacer. Ser fiel y constante en ese trabajo, pero, ¿cuánto nos cuesta ser fiel a lo que tenemos enfrente de nosotros, y no perder nuestra vista en algo más adelante o en el futuro?

Vive este momento y por este momento. Sé fiel donde estés, no donde pienses que puedes estar.

RECURSO LITÚRGICO

Por la Revda. Lydia E. Muñoz

Tercer domingo de Adviento
LETANÍA: “Debajo de la higuera”

Oye la voz que nos invita a encontrarnos bajo la sombra de sus ramas.

La higuera nos invita a esperar, velar y soñar juntos/as.

Hoy su voz reclama nuestra identidad. Somos llamados a reafirmar nuestro valor y nuestra herencia espiritual.

O Dios, en ti encontramos nuestra identidad. Tú eres nuestro hogar. Ayúdanos a ser fiel con la obra que has puesto en nuestras manos.

Canción de Respuesta: Tiempo de Adviento

https://youtu.be/HxNAMpWIsOU
T y M: Moisés Alejandro Sáenz
Salmo 39,8
Interpreta: Cantores de Valvanera
Álbum: Brotes de esperanza
Canto para acompañar la procesión de entrada

Cuarto domingo de Adviento

BAJO LA SOMBRA DE LA HIGUERA: “PROMESA: EL FRUTO ESPERADO”

POR LA REVDA. LYSSETTE N. PÉREZ

TEXTO BÍBLICO: LUCAS 1:26-38 (NBLA, 2005)

Al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel, le dijo: «¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres».

Ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería éste. Y el ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un Hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de Su padre David; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y Su reino no tendrá fin».

Entonces María dijo al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que soy virgen?». El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Niño que nacerá[g] será llamado Hijo de Dios. Tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril. Porque ninguna cosa será imposible para[h] Dios». Entonces María dijo: «Aquí tienes a la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra». Y el ángel se fue de su presencia.

REFLEXIÓN TEOLÓGICA Y EXÉGESIS

Durante este tiempo de pandemia causada por la Covid-19, en ocasiones, nos hemos sentido como si Dios nos hubiera abandonado. Probablemente nos hemos preguntado si verdaderamente Dios ha estado proveyendo lo que necesitamos en estos momentos difíciles cuando enfrentamos tantas enfermedades y tantas pérdidas de seres queridos. Y como si esto fuera poco, luchamos por sobrevivir en una sociedad confrontada por la discriminación racial, falta de equidad económica, inestabilidad política y un sinnúmero de problemas sociales. A veces nos olvidamos que este es un contexto muy similar al que existía cuando Jesús decidió entrar en el mundo. Pero en medio de estas realidades, durante esta temporada de Adviento, hemos aceptado la invitación para aprender del árbol de la higuera. Como ya vimos, la higuera es un árbol capaz de sobrevivir en terrenos pobres y complejos y puede desarrollarse en terrenos desafiantes. En los tiempos antiguos, sentarse bajo la parra de la higuera, implicaba sentir calma, paz, seguridad, cuidado y confianza en la provisión de Dios, aun en tiempos difíciles:

«Mientras Salomón vivió, los habitantes de Judá e Israel, desde Dan hasta Beerseba, vivieron tranquilos, cada cual debajo de su parra y de su higuera» (1 Reyes 4:25, DHH).

«Todos vivirán entonces sin temor, y cada cual podrá descansar a la sombra de su parra y de su higuera. ¡Son las propias palabras del Señor todopoderoso!» (Miqueas 4:4).

Cuando llegue ese día, podrán ustedes convidarse unos a otros a disfrutar de paz a la sombra de sus vides y sus higueras. Yo, el Señor todopoderoso, lo afirmo» (Zacarías 3:10).

«Isaías mandó hacer una pasta de higos, y la hicieron y se la aplicaron al rey en la parte enferma, y el rey se curó» (2 Reyes 20:7).

Si el significado bíblico de la higuera es “calma, paz, seguridad, cuidado y confianza en la provisión de Dios”, les invito a imaginarnos que estamos sentados bajo la sombra del árbol de la higuera. Aprendamos de la higuera, mientras recordamos cómo fue que Jesús llegó a nuestro mundo...

María era una humilde doncella de Nazaret de Galilea, quien estaba comprometida con José, uno de los descendientes de David. Ella tuvo una visita extraordinaria del ángel Gabriel, quien la saludó de una forma diferente, y le dijo que era favorecida y escogida por Dios. En ese momento ella temió, y se confundió al no entender las palabras del ángel, ni el plan que Dios pretendía hacer con su vida. El ángel sí le anticipó un panorama general de la visión de Dios cuando le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin» (vv. 30-33).

María se confundió y se preocupó aún más al conocer lo que Dios deseaba hacer con ella: cargar un bebé en su vientre que ya tenía nombre y, la tan importante misión de “reinar sobre la casa de Jacob para siempre”. De primera intención esto implicaba cambiar todos sus planes de familia y el futuro ya trazado con su prometido José. María titubeó, pero estuvo dispuesta a hacer preguntas y a platicar más con el ángel acerca del plan de Dios. El ángel, compartió más detalles diciéndole: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios…» (vv. 35).

Fue entonces que María aceptó ser parte de esa promesa de Dios al prestar su vientre para que el fruto del Espíritu Santo creciera dentro de ella, sin darse cuenta de primera intención, que en su vientre crecería la muestra más grande del amor de Dios para la humanidad. Aun en medio de sus miedos, dudas, incertidumbres y confusiones, ella le respondió al ángel: «He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra» (vv. 38). Y el ángel se fue de su presencia.

Cuando el ángel desaparece se siembra en el vientre de María, la semilla del amor encarnado de Dios y la promesa del fruto esperado por tantos siglos. Pero, es entonces que María comienza a procesar todo lo que había ocurrido. Es muy probable que María perdió su calma y se sintió desafiada por la gran responsabilidad que tendría en sus hombros y los rechazos que iba a experimentar en una cultura que no estaba lista para recibir a un bebé que iba a ser Rey del mundo. A veces los seres humanos no vemos las cosas como Dios las ve. Y siempre estamos dispuestos a cuestionar los planes de Dios en nuestras vidas.

Pero, ¿qué podemos aprender de María? A pesar de sus miedos y dudas, María acepta lo desconocido. Nosotros conocemos el final de la historia, pero en ese momento María solo tenía una promesa de un ángel que le decía que Dios la cubriría “bajo su sombra,” como nos cubre la sombra del imaginario árbol de la higuera. Ella se unió al plan de Dios sin tener la certeza de cómo el fruto de su vientre, dado por el Espíritu de Dios, transformaría al mundo.

En la tradición católica, María es venerada y admirada como la madre de Dios, y ha sido exaltada como si fuera una deidad. Esta perspectiva ha sido tema de eternas discusiones y discrepancias entre las tradiciones de la Iglesia Católica y la Iglesia Protestante. A pesar de nuestras diferencias teológicas, como protestantes, deberíamos prestar más atención al tan importante rol de María en la historia del plan de Dios. Deberíamos honrar a María, no por su eterna virginidad como muchos la veneran, sino como una mujer de fe escogida para traer a Jesús al mundo, y convertirse en la primera cristiana en creer en las buenas nuevas.

María fue la primera en aceptar y ser parte del plan de salvación de Dios para traer paz y buena voluntad a la humanidad. Ella fue la primera en sentir al Hijo de Dios encarnado y, junto a José y los animales del establo, ver el rostro de Dios reflejado a Jesús.

Cuando fue a presentar a Jesús al templo con su simple ofrenda, María confirmó la promesa del ángel al escuchar la profecía de Zacarías ,y aún más, descubrió los desafíos y sufrimiento que Jesus tendría que afrontar. Junto a su esposo José, María también protegió a Jesús del rey Herodes, y fue quien le enseñó sus primeros pasos de vida. María fue quien provocó a Jesús a hacer el primer milagro de convertir el agua en vino. La misma, quien acompañada de otras mujeres, estuvo a los pies de la cruz hasta el último suspiro de Jesús, y estuvo entre las primeras quienes proclamaron su resurrección.

María hizo que la promesa del ángel produjera el fruto esperado: un verdadero ejemplo de discipulado cristiano. Ella se entregó a la voluntad de Dios al aceptar algo desconocido en un mundo injusto, incrédulo y cruel. En medio de sus incertidumbres, María se hizo partícipe de que la historia del mundo se dividiera en dos –antes y después de Cristo.

Cuando se siembra la semilla del árbol de la higuera, no tenemos ni la más mínima idea de la magnitud en que ese árbol crecerá, ni se conoce la cantidad de frutos que producirá, ni la cantidad de personas que se albergarán bajo su sombra. Asímismo, en su momento María desconocía todo lo que sucedería al aceptar que en su vientre se sembrara el amor encarnado de Dios.

Durante esta temporada de Adviento, aprendamos de la higuera y de María. Aprendamos a vivir en la incertidumbre en medio de lo desconocido, especialmente en nuestro contexto de pandemia. Aun cuando las cosas no parecieran estar bien, confiemos que la sombra del Altísimo siempre nos cubre. Además, estemos prestos a que se siembre en nuestro ser, la semilla del Espíritu de Dios para que esta produzca el fruto esperado.

¿Cuál es el fruto esperado? Espera bajo la sombra de la higuera y descúbrelo.

Al encender la cuarta vela de Adviento que tradicionalmente simboliza el “AMOR”, aprendamos de la higuera, honremos a María, y confiemos en la promesa del fruto esperado....


Lyssette perez
La Revda. Lyssette N. Pérez

SOBRE LA AUTORA

La Revda. Lyssette N. Pérez ha estado en el ministerio por más de 25 años. Actualmente se desempeña como pastora en la Iglesia Metodista Unida Oasis en Pleasantville, Nueva Jersey, una congregación hispana / latina que sirve a la comunidad de varias maneras. La Revda. Pérez también es presidenta del caucus de abogacía metodista hispano / latino conocido como Metodistas Asociados Representando la Causa de los Hispanos / Latinoamericanos (MARCHA); presidenta del Grupo de Desarrollo de Estrategias Interétnicas (IESDG, por sus siglas en inglés) y miembro de la Mesa Conexional.

Anteriormente, sirvió en la Iglesia Metodista Unida de Rockaways, una iglesia multicultural y reconciliadora, en Rockaway, Nueva Jersey. Ella además sirvió en Ia Iglesia Metodista Unida de Asbury, en Camden, Nueva Jersey, una congregación africana e hispana / latina en un entorno urbano. También trabajó durante tres años en la posición equivalente a la de directora de Ministerios Conexionales de la Conferencia Anual Extendida de Nueva Jersey. La Revda. Pérez prestó servicios en la oficina de América Latina y el Caribe y gerente de la Misión Honduras, durante 6 años, en la Junta General de Ministerios Globales (GBGM, por sus siglas en inglés).

RECURSO LITÚRGICO

Por la Rvda. Lydia E. Muñoz

Cuarto domingo de Adviento
LETANÍA: “Debajo de la higuera”

Oye la voz que nos invita a encontrarnos bajo la sombra de sus ramas.

La higuera nos invita a esperar, velar y soñar juntos/as.

Hoy su voz nos recuerda que el amor gana, el amor es resiliente, el amor es la fidelidad de Dios que nunca cambia.

O Dios, fortalece nuestra fe en ti y en tus promesas, que son como la higuera: resiliente, constante y fiel.

Canción de Respuesta: Llega la libertad

Alma W. Pérez serves as the Director of Hispanic/Latino Resourcing with Discipleship Ministries in Nashville, TN. Alma’s cultural sensitivity and experience with people from diverse backgrounds enrich her work with leaders throughout our worldwide church. She has a Master’s degree in Public Administration, specialization in Adult Education, and advanced studies in Education Technology. Alma is passionate about seeing people reach their potential. She loves being around young and diverse people.

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