Segundo domingo de Adviento
- Salmo 126
- Malaquas 3.1-4
- Filipenses 1.3-11
- Lucas 3.1-6
Líder: Compartamos junto en la letanía de luz. Cuando el Señor restauró las fortunas de Sión, eramos como un sueño.
Unísono: Entonces nuestras bocas fueron llenadas de risas y nuestras lenguas de gritos de júbilo.
Hombres: Ellos dijeron entre las naciones: el Señor ha hecho grandes cosas para ellos.
Mujeres: El Señor ha hecho grandes cosas para con nosotras.
Unísono: ¡Estamos llenos de gozo!
Líder: La semana pasada encendimos la vela de la Esperanza. Hoy nuestro tema es Salvación.
"¡Bendiciones, cuántas tienes ya! ... te sorprenderás cuando veas lo que Dios por ti hará." Imagino que muchos de ustedes recuerdan ese himno — Cuando combatido por la adversidad (159 Himnos de la vida cristiana). ¿Han tratado alguna vez de hacer una lista de bendiciones — casa, comida, amistades, familia, libertad de adoración? Podríamos continuar y continuar.
El Salmo que acabamos de leer, el 126, se refiere a la gente que regresa después del exilio en otro país. Su bendición era el retorno a su país de origen. Con mucho entusiasmo alababan a Dios por haber actuado en sus vidas. Posiblemente la bendición más grande, la cual tomamos muchas veces por sentado, es Jesús, nuestra salvación. Más allá de Adviento o Navidad debemos recordar que Dios ha hecho grandes cosas con nosotros, y que por eso estamos gozosos.
Líder: Encendamos la vela de la Salvación, la segunda de nuestras velas de Adviento.
Contact Us for Help
View staff by program area to ask for additional assistance.