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Segundo Domingo de Adviento 2021: Una Tierra Sin Males

¡Recursos para la iglesia durante el Adviento, Navidad y Epifanía!

Encarnado en todo: Explorando la encarnación en mundo natural y sus efectos en el medio ambiente tiene el propósito de proveer al liderato de la iglesia local ideas para el sermón y liturgia y mensaje para los niños/niñas para cada domingo de Adviento, Víspera de Navidad y Día de Reyes. También estarán disponibles liturgias para la Corona de Adviento. El contenido de esta serie –Encarnado en todo– es el resultado de horas de conversación, estudio de las Escrituras, oración, inspiración de:

  • Revda. Lydia E. Muñoz, Primer Domingo de Adviento: “Señales”
  • Revda. Rossana Panizo-Valladares, Segundo Domingo de Adviento: “Una tierra sin males”
  • Pastora Teresita Matos-Post, Tercer Domingo de Adviento: “De vuelta a casa”
  • Revda. Lyssette N. Pérez, Cuarto Domingo de Adviento: “El amor de Dios se encarna en todo”
  • Revdo. Federico A. Apecena: La Navidad
  • Revda. Raquel Feagins, Día de Reyes (recurso bilingüe)

Este liderato es reconocido por sus trabajo ministerial, enseñanzas, pasión y compromiso con la Iglesia Metodista Unida latina en EE. UU., y más allá de las fronteras territoriales y denominaciones, étnicas y raciales. Esta serie de recursos litúrgicos y de adoración fueron financiados por el Plan Nacional para el Ministerio Hispano/Latino.


Por Rosanna Panizo-Valladares

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LECTURAS

Baruc 5: 1-9

5 »Ciudad de Jerusalén, quítate esa ropa de luto;
aleja tu tristeza y amargura.
¡Vístete para siempre con el poder que Dios te da!

2 Que la justicia de Dios te cubra como un manto,
y que el poder de Dios sea la corona de tu cabeza.

3 Dios mismo mostrará tu grandeza y esplendor,
y todo el mundo lo verá.

4 Dios te dará un nuevo nombre, y para siempre te llamarán:
“Paz en la justicia, y poder en el servicio”.

5 »Jerusalén, ponte de pie, sube a la colina más alta,
mira hacia donde sale el sol, y contempla a tus habitantes.
El Dios todopoderoso los ha reunido y llamado
de todas las naciones del mundo.
Vienen llenos de alegría, porque Dios les ha dado libertad.

6 »Sus enemigos los tomaron presos, y se los llevaron a pie;
pero Dios traerá a tus habitantes en carruajes de reyes.

7 Dios mismo ha dado la orden de aplanar montañas y colinas,
y de rellenar todos los valles, hasta que la tierra quede pareja.
Así tus habitantes, guiados por Dios mismo, no encontrarán ningún tropiezo.

8 Dios también ha ordenado que los árboles aromáticos den su sombra a los israelitas.

9 Dios guiará a su pueblo con alegría, y los protegerá con su poder, con su amor y su justicia».

Malaquías 3: 1-4

3 He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.

2 ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.

3 Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia.

4 Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos.

Filipenses 1: 3-11

3 Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros,

4 siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros,

5 por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora;

6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;

7 como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia.

8 Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo.

9 Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento,

10 para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo,

11 llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

Lucas 3: 1-6

3 En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia,

2 y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.

3 Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados,

4 como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice:
Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor;
Enderezad sus sendas.

5 Todo valle se rellenará,
Y se bajará todo monte y collado;
Los caminos torcidos serán enderezados,
Y los caminos ásperos allanados;

6 Y verá toda carne la salvación de Dios.

LLAMADO A LA ADORACIÓN

Dios creador, al infundirnos tu propia vida nos diste el don de la vida:
Nos has puesto en esta tierra,
con sus minerales y sus aguas,
con sus flores y frutos,
con sus criatura vivas de gracia y belleza.
Nos encomendaste el cuidado de la Tierra.
Hoy nos llamas:
“¿dónde estás? ¿qué has hecho?”
(silencio)

Nos escondemos avergonzados y avergonzadas, porque estamos desnudos.
Hemos violado la Tierra y la hemos saqueado;
Nos negamos a compartir sus recursos;
Intentamos poseer lo que no es nuestro, sino tuyo.
(silencio)

Oh Dios de amor;
Nos has dado el don de los pueblos ---
de las culturas, razas y colores,
para amar, para cuidar, para compartir nuestras vidas.

Nos preguntas hoy,
“¿dónde está tu hermano y tu hermana?”
(silencio)

Nos escondemos con vergüenza y con miedo.
La pobreza, el hambre, el odio y la guerra dominan la tierra;
Los refugiados, los oprimidos y los enmudecidos claman a Ti.
(silencio)

İLlámanos una vez más![1]

LETANÍA DE CONFESIÓN

L. Confesamos, oh Dios, que hemo sido ciegos y ciegas a Tu presencia en todo lo que nos rodea, tu creación, a la que declaraste como İ buena!­:

P. Confesamos oh Dios.

L. Confesamos, oh Dios, que desarraigados y desarraigadas de nuestra tierra y de Ti, hemos sido arrogantes tanto así para cortar nuestros pasados de nosotros mismos, nuestras historias, nuestros lenguajes e idiomas, nuestras sabidurías ancestrales, y con la misma lógica hemos devastado nuestros bosques con sus árboles tan diversos.

P. Confesamos oh Dios.

L. Confesamos que hemos sido lentas y lentos en leer los signos de los tiempos que vivimos. Leemos los desastres ecológicos como “naturales” y equivocadamente pensamos que ya es el apocalipsis bíblico, mientras que realmente lo que vivimos es fruto de nuestras manos, son consecuencias del modelo de desarrollo y progreso en que vivimos y no Tu voluntad.

P. Confesamos oh Dios.

L. Confesamos que nos hemos creído arrogante y equivocadamente que los seres humanos somos el centro de la creación, haciéndonos los amos y amas del universo y lo hemos dominado hasta el límite de la posible extinción de nuestra única casa, nuestro planeta Tierra. Hemos abierto caminos de aniquilación: devastando, explotando las riquezas de las entrañas de la Tierra, contaminando lagos, ríos y mares.

P. Confesamos oh Dios.

L. Negamos la necesidad de interdependencia con todo lo creado; confesamos que somos tardos para darnos cuenta del frágil milagro de la vida que nos conecta con todos los otros seres humanos y con toda la creación y de que somos parte de un gran equilibro.

P. Confesamos oh Dios.

L. Confesamos que somos aun sordos a los gritos y gemidos de los grandes monstruos marinos que mueren en las costas de nuestros continentes llenos de bolsas de plástico en sus entrañas, o de los insectos que van desapareciendo de las zonas altas en los Andes debido a los deshielos de las cumbres nevadas, o de las sequías en Madagascar.

P. Confesamos oh Dios.

L. Confesamos que buscando el confort nos hemos equivocado de modelos de vida dependiendo hasta el extremo de fósiles de carbono para transportarnos, para calentarnos de las gélidas noches y para enfriarnos de las tórridas temperaturas cuyas emisiones regresan a nuestra doliente atmósfera.

P. Confesamos oh Dios.

L. Confesamos que adoramos a la cultura del desecho en todas sus formas: desechamos alimentos que otros necesitan debido a la sobre producción, desechamos los plásticos en todas sus formas que van a dar a los océanos, desechamos muebles, autos, ropas; desechamos hasta seres humanos cuando “sobran” en nuestras comunidades y sociedades, en nuestros países y continentes y es por eso que hay grandes grupos de gentes que migran buscando escapar de la violencia, buscando trabajo, buscando un lugar, buscando un espacio donde vivir y ser.

P. Confesamos oh Dios. İ Perdónanos, oh Dios de amor y reconcílianos contigo y con toda la creación!

ANUNCIO DEL PERDÓN

Salmo 85: 8 – 13 (leer pausadamente)

Escucharé lo que hablará Dios;
porque hablará paz a su pueblo y a sus santos,
para que no se vuelvan a la locura.
Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen,
para que habite la gloria en nuestra tierra.
La misericordia y la verdad se encontraron;
la justicia y la paz se besaron.
La verdad brotará de la tierra,
y la justicia mirará desde los cielos.
Dios dará también el bien,
y nuestra tierra dará su fruto.
la justicia irá delante de Dios,
y sus pasos nos pondrá por camino.

RECURSOS PARA LA MEDITACIÓN

Cuando elaboré estas notas líderes mundiales se reunían en Glasgow, Escocia, en la COP26 (31 de octubre al 12 de noviembre). El tema a discutir en ese evento es el cambio climático y qué leyes son necesarias y qué voluntades políticas son necesarias para abordar un problema que ningún país puede resolver por si solo: el calentamiento global causado por el llamado efecto invernadero.

Fue recién en 1992 que un grupo de países suscribieron la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (UNFCCC siglas en inglés) precisamente para atender las cuestiones del cambio climático. Fue en el 2015 que se firma el Acuerdo de París (196 países) cuyo objetivo es limitar el calentamiento global a 2 grados Celsius para evitar una catástrofe climática cuyos efectos ya estamos viviendo: inundaciones, huracanes de mayores magnitudes, olas de calor severas, sequías extensas, derretimiento del hielo de los polos, etc.

El gobierno de EE. UU. que originalmente suscribió el acuerdo de Paris se retiró del mismo en junio del 2017 y reingresó en enero de este año. EE. UU. es la economía más poderosa y grande del mundo y se estima que contribuye con el 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

El escenario en el que nos encontramos--incluidos los desastres-- no ocurren por casualidad o porque Dios nos castiga, sino porque hemos roto la alianza sagrada entre la Tierra y sus ciclos y nos preguntamos ¿cuál es nuestra responsabilidad­?

El autor argentino Atahualpa Yupanqui lo menciona Somos la Tierra que anda. Somos la Tierra que piensa, la Tierra que ama, la Tierra que sueña, la Tierra que venera, la Tierra que cuida. Somos unos de tantos hijos e hijas que la Tierra ha criado, formando la inmensa comunidad de vida que abarca desde las bacterias, los hongos, los virus, los vegetales, los peces y los animales, hasta nosotros, los seres humanos. [2] Resulta vital no sólo salvar nuestro planeta sino cambiar nuestra relación con la Tierra, todos sus habitantes y todo lo creado. El actual sentido de las cosas es insostenible.

El biólogo Edward Wilson en su libro La creación, salvemos la vida en la tierra, constata que el ser humano se ha convertido en una fuerza geofísica capaz de autodestruirse y propone que las dos fuerzas más importantes en nuestros tiempos deben hacer una alianza, a saber, la tecnociencia y las religiones para enfrentar la catástrofe.

Las religiones ayudarán a la ciencia a ser ética y al servicio de la vida y no del mercado. Mientras que la tecnociencia ayudará a las religiones a superar su fundamentalismo y ser pedagógicas hacia la humanidad, enseñando respeto no solo a los libros y lugares sagrados, sino a todos los seres y a toda la creación. [3]

El 15 de setiembre del 2008, se produjo la crisis financiera de Wall Street y el 23 de setiembre se produjo el Earth Overshoot Day o el día en que el consumo de los recursos de la Tierra comenzó a exceder la capacidad de recuperación del sistema terrestre. Es decir, ya estamos al borde del abismo y tenemos todos y todas y cada cual hacer algo.

Como iglesia nos alistamos para preparar en el tiempo de Adviento, la época de Navidad. Celebramos que el Dios de la creación y de la historia se hizo como uno de nosotros, se hizo carne. Y no solamente se hizo hombre, sino que dentro de la cultura y escala social de su entonces, se hizo siervo, se hizo servidor (cf. Filipenses 2: 5-11). Y nos encontramos con el llamado de Juan el Bautista quien es descrito como profeta.

La profecía bíblica no se refiere principalmente a los que prevén el futuro. Sin embargo, es así como comúnmente en el mundo hispano-latino se usa las porciones de las profecías para propósito de la predicación y especialmente las porciones del leccionario en época de Adviento, para anunciar la venida del Mesías de Dios.

Sin embargo, en la tradición profética el profeta analiza el presente, identifica las ideas de grupos a los que va dirigida la profecía, exhorta e inclusive amenaza. Anuncia el juicio de Dios sobre la situación histórica y promete liberación frente al enemigo o desastre descrito en el cual está incluida la naturaleza y su fuerza.

Si hacemos el ejercicio de leer a los profetas del primer testamento desde la perspectiva de la crisis ecológica y también las advertencias de Jesús sobre el futuro de los tiempos (Mt. 24: 7; Luc. 21, 25-27), podemos identificar a muchos de los y las líderes contemporáneos y su conducta negligente e irresponsable frente a los escenarios que se presentan para nuestro planeta, la biósfera y para el destino de nuestra civilización (cf. Isaías 24).

Por otra parte, el profeta siempre termina con unas palabras de esperanza. Atención, la palabra de esperanza siempre está al final, luego de palabras de juicio y exhortación a enmendar caminos, y no al comienzo. Hay posibilidades de esperanza porque hay vuelta a los caminos de Dios.

Hablando de caminos….la lectura del evangelio nos indica el rol de Juan el Bautista que no es otro que el de preparar el camino del que viene. Eso está señalado y precisado en un contexto determinado. De ahí los datos ¨históricos¨ en la introducción. El término ¨camino¨ usualmente denota los caminos de Dios a partir de la experiencia del Éxodo del pueblo en cautiverio. Es Dios quien abre y hace camino en el desierto para ese pueblo que le va a ir conociendo en ese espacio de aprender. El desierto es el espacio pedagógico de Dios.

Juan vive en este espacio desértico precisamente desde el cual llama a su generación a cambiar de comportamiento, o cambiar de caminos, a arrepentirse y volver a los caminos de Dios y de ésta manera, al mismo tiempo, preparar la venida del Mesías de Dios.

Y para eso el escritor del evangelio utiliza las palabras del profeta Isaías en que toda la creación, el cosmos, experimenta una transformación: el valle se levanta y la montaña se allana. Los caminos se enderezan no sólo figurativamente. Nuestras vidas y rumbos cambian y vemos que es urgente que cambien frente al escenario que estamos viviendo. Los caminos se enderezan sobre todo colectivamente. Como pueblo de Dios, como comunidades, como civilización se hace necesaria una transformación.

Es así que las palabras del apóstol Pablo en su hermosa carta a la comunidad en Filipos deben resonar en éste día, 9 Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento. Interesante afirmación. Hay grupos de cristianos y cristianas que encuentran que el camino de la fe se contradice con los avances científicos. Esto no es cierto. Dios, que ha creado absolutamente todo, puede y usa la ciencia para sus propósitos. En esta situación es de suma importancia que utilicemos precisamente las herramientas científicas las cuales nos ayudan a leer los signos de los tiempos como pueblo de Dios.

¡Pablo invita a las hermanas y hermanos en Filipos a mostrar sus vidas llenas con los frutos de justicia! Permitámonos que esas palabras resuenen en nuestros corazones al preparar el camino del Dios encarnado en este tiempo de Adviento, de ello depende nuestro futuro y el futuro de nuestra Casa Común. La Tierra no nos necesita como especie. En cambio, nosotros si la necesitamos para nuestra sobrevivencia.

MENSAJE PARA NIÑOS

Afirmación: el nuevo génesis por robert müller[4]

Esta afirmación puede ser usada luego de la meditación o en su defecto en el tiempo con los niños y niñas. La idea es que personas de diferentes edades participen.

Las afirmaciones pueden ser leídas por diferentes participantes en la congregación ancianos, jóvenes, adolescentes y los niños y niñas pueden dibujar 7 planetas para la hora de la afirmación de Dios: 1) nueva era de la Tierra; 2) planeta de la paz; 3) planeta de la felicidad; 4) planeta de la justicia; 5) planeta de oro; 6) planeta de la razón, y 7) planeta de Dios.

Dios vio como todas las naciones de la Tierra, blancas y negras, pobres y ricas, del norte y del sur, del este y del oeste, y de toda fe religiosa enviaron sus emisarios a un alto palacio de cristal, en las orillas del East River, en la isla de Manhattan, para que estudiasen juntos, pensasen juntos y cuidasen juntos al mundo y de todos y cada uno de sus habitantes.

Y Dios dijo: Esto es bueno. Y fue el primer día de la nueva era de la Tierra.

Dios vio cómo los soldados de la paz separaban a los beligerantes de las naciones en discordia, y cómo las diferencias se suavizaban con la negociación y la razón y no con las armas, y cómo los líderes de las naciones se encontraban, dialogaban y unían sus corazones, sus mentes, sus almas y su fuerza para el bien de toda la humanidad.

Y Dios dijo esto es bueno. Y fue el segundo dia del planeta de la paz.

Dios vio como todos los seres humanos amaban toda la creación, las estrellas y el sol, el día y la noche, el aire y los océanos, la tierra y las aguas, los peces y los pájaros, las flores y la hierba, y a todos sus hermanos y hermanas semejantes a ellos.

Y Dios dijo: Esto es bueno. Y fue el tercer día del planeta de la felicidad.

Dios vio cómo los seres humanos erradicaban el hambre, las enfermedades, la ignorancia y el sufrimiento en todo el mundo, procurando que cada persona humana tuviese siempre una existencia digna, concienzuda y feliz, y poniendo un freno a la lujuria, al poder y al bienestar de los poderosos.

Y El dijo: Esto es bueno. Y fue el cuarto día del planeta de la justicia.

Dios vio como los seres humanos vivían en armonía con su planeta y en paz los unos con los otros, gestionando sabiamente sus recursos, evitando los desperdicios, limitando los excesos y reemplazando el odio por el amor, la codicia por la realización, la arrogancia por la humildad, la división por la cooperación y la desconfianza con la indulgencia.

Y El dijo: Esto es bueno. Y fue el quinto día del planeta de oro.

Dios vio cómo los seres humanos destruían sus armas, bombas, misiles, barcos y aviones de guerra, desmantelaban sus bases y desmovilizaban sus ejércitos, manteniendo solo una policía de paz para proteger a los buenos de los malos y a los sensatos de los locos.

Y Dios dijo: Esto es bueno. Y fue el sexto día del planeta de la razón.

Dios vio a los seres humanos volver a identificar a Dios y a la persona humana con el alfa y la omega, reduciendo las instituciones, los credos, la política, los gobiernos y todas las entidades con las que los seres humanos operan a sencillos servidores de Dios y de la humanidad. Y El vio a los seres humanos adoptar como su ley suprema: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. . .Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay mandamiento mayor que estos” (Mc. 12: 30-31)

Y Dios dijo: Esto es bueno. Y fue el sétimo día del planeta de Dios.


Rev Rosanna Panizo Valladares

SOBRE LA AUTORA

La Rev. Rosanna Panizo-Valladares es miembro del clero metodista unido de la Conferencia de Carolina del Norte. Originaria de Perú, creció en la Iglesia Metodista del Perú, y completó sus estudios teológicos y pastorales fundamentales en el Seminario Metodista, lo que ahora es la Universidad Bíblica Latinoamericana en Costa Rica.

Fue ordenada en marzo de 1986. Después de diez años de servicio en el ministerio parroquial y la formación teológica como Rectora de la Comunidad Bíblica Teológica en Perú, Panizo-Valladares vino a los Estados Unidos para estudiar en Duke Divinity School, donde se graduó en 1998 con una maestría en Teología.

Ha servido como pastora en congregaciones de habla inglesa, y ha trabajado como misionera con inmigrantes de habla hispana de primera generación durante más de catorce años en Durham y Burlington, Carolina del Norte.

Después de dieciocho años en Carolina del Norte, Panizo-Valladares ahora se desempeña como rectora del Seminario Teológico Wesleyano en Lima, Perú.


[1] Jesus Christ-the life of the World. Book of Worship. Sixth Assembly of the World Council of Churches. Geneva. 1983

[2] Leonardo Boff, La opción-Tierra, la solución para la tierra no cae del cielo, Salterrae, España 2008. 10

[3] Leonardo Boff, Liberar la Tierra. Una ecoteología para un mañana posible, San Pablo, Madrid, 2018. 26-27

[4] Robert Müller (1923-2010), New Genesis. Shaping a Global Spirituality, World Happiness and Cooperation, New York. 1982

Müller fue funcionario de las Naciones Unidas por 40 años. Creador de la Universidad de la Paz en 1980 y fue su primer rector. Costa Rica es el único país en el mundo que no tiene ejército.

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