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Celebración de la Mesa del Señor

¡Recursos para la iglesia durante el Adviento, Navidad y Epifanía!

Encarnado en todo: Explorando la encarnación en mundo natural y sus efectos en el medio ambiente tiene el propósito de proveer al liderato de la iglesia local ideas para el sermón y liturgia y mensaje para los niños/niñas para cada domingo de Adviento, Víspera de Navidad y Día de Reyes. También estarán disponibles liturgias para la Corona de Adviento. El contenido de esta serie –Encarnado en todo– es el resultado de horas de conversación, estudio de las Escrituras, oración, inspiración de:

  • Revda. Lydia E. Muñoz, Primer Domingo de Adviento: “Señales”
  • Revda. Rossana Panizo-Valladares, Segundo Domingo de Adviento: “Una tierra sin males”
  • Pastora Teresita Matos-Post, Tercer Domingo de Adviento: “De vuelta a casa”
  • Revda. Lyssette N. Pérez, Cuarto Domingo de Adviento: “El amor de Dios se encarna en todo”
  • Revdo. Federico A. Apecena: La Navidad
  • Revda. Raquel Feagins, Día de Reyes (recurso bilingüe)

Este liderato es reconocido por sus trabajo ministerial, enseñanzas, pasión y compromiso con la Iglesia Metodista Unida latina en EE. UU., y más allá de las fronteras territoriales y denominaciones, étnicas y raciales. Esta serie de recursos litúrgicos y de adoración fueron financiados por el Plan Nacional para el Ministerio Hispano/Latino.


Por Revda. Dra. Lydia E. Muñoz

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Esta oración de la Gran Acción de Gracias se puede usar para el día de Navidad, Nochebuena, o también para el primer domingo del mes del nuevo año.

También hay opciones para que se pueda usar para el primer domingo de Adviento/primer domingo del mes antes de comenzar el adviento. Se puede usar para dar inicio a este tema que será usado en toda la época de Adviento, Navidad y Epifanía; Encarnado en todo.

LA GRAN ACCIÓN DE GRACIAS
Espíritu que nos rodea.
Espíritu que nos anima.
Espíritu que nos alienta.
Estamos aquí para levantar nuestros corazones.

Dios encarnado en todo lo que existe y nos rodea, te alabamos.
En cada parte de la creación tu presencia nos invita a contemplar otra nueva dimensión de todo lo que eres y todo lo que todavía no podemos captar de ti.
Tu amor por toda la creación fue tan completo que podemos ver que en la encarnación por medio de Jesús, impregna todos ser viviente y cada parte de tu creación.

Por eso es que te adoramos junto a ángeles y arcángeles y también con todos tus santos cantando:

//Gloria a Dios, Gloria a Dios
gloria en los cielos, gloria en los cielos//
¡A Dios la gloria por siempre! ¡A Dios la gloria por siempre!
///¡Aleluya, Amén! ¡Aleluya, Amén!///

(Machu-Picchu)

#2033 The Faith We Sing,Pew Edition
Copyright © 2000 by Abingdon Press. Usado con permiso.

Gloria a ti, Dios y gloria al que fue hecho carne y hueso para vivir entre nuestra realidad.
Jesús nació en un pesebre humilde, en una cueva fría y oscura, símbolo de su vida en este mundo y la tumba que le esperaba.
Jesús, niño completamente dependiente de otros para sobrevivir.
Jesús, niño como muchos niños en el mundo descalzos, hambrientos y desamparados.
Jesús creció entre nosotros y nosotras ,y nos mostró su vulnerabilidad sufriendo hambre, sed, dolor y hasta la muerte como todos ser viviente y, aún más, en solidaridad de todos los que eran explotados y subyugados.
Jesús nos mostró que cuando uno/una se compromete a vivir encarnizadamente, es decidir tomar la cruz del rechazo y de la vergüenza, y contarse entre los condenados del mundo.

La noche en que Jesús fue entregado, celebró la Pascua con sus amigos y amigas. Él tomó el pan, lo bendijo y partió diciendo: «Este es mi cuerpo encarnado y quebrantado por ustedes».

Así mismo tomó la copa, la levantó y dijo: «Esta copa es símbolo de un nuevo pacto hecho con ustedes y en solidaridad con todo el mundo y toda la creación».
Por este acto de solidaridad y amor te damos gracias y proclamamos la fe que hoy vivimos:

Cristo ha muerto, Cristo ha resucitado,
Cristo está con nosotros, Cristo vendrá otra vez.

Espíritu de Dios, ven sobre nosotros y encarna nuestra realidad una vez más.
Espíritu de Dios, ven sobre estos dones de pan y vino.
Haz que sean para nosotros tu cuerpo para que seamos tu cuerpo encarnado en la realidad de nuestras comunidades, nuestro pueblo, nuestro mundo, y escuchando el clamor del medioambiente y nuestra madre tierra hasta que establezcamos tu reino aquí como en el cielo.

Hoy celebramos con gozo la llegada de tu Hijo a este mundo, el cual nos hizo uno contigo, uno con los demás y uno con todo el mundo.

Ahora con la certeza de ser familia de Dios oramos… (puede hacer la oración congregacional de su selección).

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